A medida que pasa el tiempo nuestra
relación con el caballo se va volviendo cada vez más seria, el nivel de comunicación emocional que
establecemos en los inicios con nuestro caballo se va enfriando y dejamos que
se vayan incorporando las serias teorías
de doma y equitación para sobreponerse a nuestro vínculo con él. Perdemos la
emoción de la relación y cerramos nuestra comunicación para lograr mejorar la
técnica, el rendimiento y lo concebimos como una herramienta para realizar una
labor o un deporte.
Las clásicas técnicas de
entrenamiento están basadas en la necesidad del humano de imponerse al animal
por superioridad, pensamos que controlar un caballo es dominarlo o cogerlo a golpes cuando nos
reta o cuando se revela, se piensa que tocar los caballos demasiado es mimarlo
y que aquellos comportamientos de
rebeldía , tozudez , o agresividad definen un caballo y hay que combatirlo con
fuerza y dominación.
Los caballos tienen su propia
personalidad si nos permitimos percibir al animal como un ser integral podemos
entender que no todos los caballos sirven para las mismas actividades,
que no tienen las mismas necesidades
nutricionales y que perfectamente podemos decir que tienen su propia
personalidad.
Entender a nuestro caballo
significa trabajar en cooperación con él, cuando comento que a Marc no le gusta ir enganchado no lo
digo porque a mí no me guste solo manifiesto lo que él desea, de igual manera sé que le encanta estar en la
pista acompañado de música. Que quiere decir esto que es mejor en doma que en enganche? No lo sé
yo no soy la experta solo sé que él se divierte cuando lo montan y sale a una
pista y también se el estrés que le genera ir enganchado. El ir en contra
de los deseos del animal solo puede
hacer que él se rehúse a hacer su labor y que se predisponga a una lesión.
De igual manera como lo he
comentado en artículos anteriores, su temperamento se puede ver afectado por el
cambio de propietario, por la marcha de otro caballo o animal que lo acompañe o
por su propio cambio de cuadra.
En mi trabajo con caballos elite
de salto en Colombia, me sorprendió ver un conejo en una cuadra acompañando a
un caballo que se sentía solo y de igual manera cuando comente que una de las
yeguas que trate se aburría en la cuadra me plantearon la posibilidad de
conseguir una oveja para que acompañara a la yegua todo esto bajo mi sorpresa.
Cuando un caballo es tratado como
un individuo (no como persona, sino como
ser con personalidad propia) colabora con su compañero humano, cuando se cambia
el trato el caballo reacciona con agresividad o sencillamente se rinde, no
lucha y deja de trabajar entrando en un estado de depresión..
Tuve la oportunidad de tratar a
Argos un caballo de salto del circuito internacional, famoso por su agresividad
y por sus ataques, después de entender su trauma, logre que se dejara hacer la
terapia poco a poco. Pero curiosamente con su actual dueña su relación es
increíble, mi conclusión: el amor lo cura todo y que ella le permita ser como
él es hace que él le responda con incondicionalidad, lo que se ve reflejado en
su alto rendimiento. Habiendo obtenido el tercer puesto en el último concurso
de salto internacional de la FEI realizado en Bogota.
Cuando un caballo está en un
ambiente en el que no está a gusto, no puede aprender ni evolucionar, el
miedo hace el caballo se bloquee y que
no obtenga respuestas corporales, la confianza , el equilibrio y la felicidad
hacen que el sistema límbico se activen y se activen las respuestas.
El pensar que cualquier jinete
considere su caballo como un simple objeto o herramienta de trabajo habla mucho
sobre su calidad humana, los más triste es saber que muchos jinetes de elite
que deben su éxito a sus caballos los coloquen en el mismo nivel de un artículo
de comercio.
Cuando consideramos a nuestros
caballos como individuos, flexibilizamos nuestra manera de montarlos y por
supuesto la manera de domarlos, el ser amable con un caballo no implica
debilidad, implica respeto por otra especie, desaparece el miedo, la tensión,
al ansiedad y todo aquello que nos dificulta el trabajo.
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