Cuando me refiero a que ser Animal Communicator esta basado en recuperar la esencia animal, no lo digo como una manifestación de un don excepcional ni de algo imposible de realizar, si no como un proceso de reencuentro con nuestra verdadera esencia. Aquella esencia que nos permite comportarnos como un animal y vivir el momento presente, sin rollos mentales y disfrutar del ahora.
Actualmente me encuentro escribiendo un libro sobre comunicación animal pero no desde mi punto de vista sino he querido que la historia sea contada por sus protagonistas, los animales. He tenido que transcribir poco a poco las comunicaciones hechas a ellos, algunas solicitadas por sus "propietarios" y otras realizadas espontáneamente a petición de los mismos animales. Lo primero que he hecho ha sido grabar las transcripciones y al escucharlas me he divertido mucho sobre todo porque vienen a mi, imágenes muy divertidas como Bilma mi asistente personal Yorkshire en una de nuestras visitas a Sabadell a la Consulta de Francesc Minguell en la que sacando su espíritu de asistente se coloco en la puerta de la clinica para recibir a los animales y sus acompañantes diciéndoles (claro esta los humanos sin enternderle) hacia donde tenian que ir e incluso mandando callar a otro igual a ella y diciéndole que ya le tocaba entrar a la consulta.
Otro de los muchos momentos divertidos lo viví con mi Pastor alemán Cassie, cuando yo confiada de que se portaría bien mientras montaba, al darse cuenta que el caballo que yo montaba no era Marc lió una que yo no sabia donde esconderme de la vergüenza y se busco la manera de entrar al picadero para sostener una conversación muy seria de perro a caballo!!!!!!! que ingenuos son!! no tienen concepto frente al tamaño, después de esto pedí que la guardaran en el box de Tamarit II (el caballo que montaba en esos momentos) y al escuchar ella que ya había terminado, comenzó su consabido discurso de ladridos ( en idioma perro " SACADME DE AQUÍ QUE OS HABÉIS CONFUNDIDO SOY UN PERRO NO UN CABALLO!); y así hay unas cuantas más historias divertidas y otras no tanto con las que pretendo que conozcamos como gestionan los perros, gatos y caballos sus emociones.
Cuando leí el articulo de Temple Grandin del departamento de Ciencia Animal de Colorado State University donde explicaba que ella carecía de todo tipo de pensamiento basado en el lenguaje y explicaba que sus pensamientos son en imágenes, como si tuviera una cinta de vídeo en la mente, pude entender porque tan solo a los 18 años podía comunicarme con mi vecino que sufría una parálisis atetosica y espastica y convertirme en su traductora.En ese momento no me cuestione como le entendía sencillamente lo hacia pero en el momento presente cuando intento explicar a algunas personas lo que hago en la comunicación animal e intentar explicarles que todos tenemos la posibilidad de comunicarnos con los animales vino a mi este recuerdo al igual que mis dos maravillosos años de consulta a niños con retraso mental y autistas con los que me entendía perfectamente y cuya comunicación yo creí que se debí sencillamente a "filing".
Las personas cuyo pensamiento es muy verbal y que trabajan en profesiones abstractas, como los contables o vendedores, suelen tener dificultad para entender a los animales. Dado que sólo piensan en palabras, les resulta difícil imaginar que un animal pueda pensar. Los entrenadores de animales que son realmente buenos tienden a imaginar sus resultados y los visualizan mas fácilmente. Las aptitudes para el pensamiento visual son indispensables para el entrenamiento de caballos, pero suele suceder que los pensadores visuales no tienen la capacidad para verbalizar y explicar a otros qué es lo que ellos "ven", de ahí que no todos los domadores de caballos sean buenos entrenadores de jinetes, les es mas fácil visualizar su resultado sobre el caballo que explicarle al jinete el trabajo que deben realizar.
Este es un tema en el cual Marc "mi pequeño" me hizo trabajar bastante, yo le daba una orden con mis manos y mis piernas, pero en mi mente había otra, el hacerlo mal, el caerme porque mi mente estaba llena de dudas hasta que un día en plena pista se giro y textualmente me dio" te quieres aclarar a la derecha a la izquierda" yo me quede quieta porque no le entendía hasta que me di cuenta que físicamente le daba una orden y mentalmente otra y lo confundía.
Respecto a los caballos, he llegado a la conclusión que un buen domador comunica naturalmente y generalmente le sucede lo que me sucedió a mi con Marc, el caballo le contesta pero nosotros no le entendemos.
Cuando la gente me ve sostener conversaciones con animales, en un acto natural y sin darme cuenta verbalizo en mis comunicaciones no porque el animal entienda mis palabras sino que he llegado al punto de que mis imágenes y conexión animal van relacionadas, no las separo. Por eso es normal encontrarme hablando con un gato o como sucedió no hace mucho, sentada al lado de dos potros que ni se su nombre pero que ellos me pidieron que me sentara al al lado de ellos.
A los animales se les hace raro encontrar un humano que los entienda; muy frecuentemente voy por la calle y escucho las conversaciones de los perros hacia sus dueños y las de los dueños con ellos mismos. Es como un Español hablando con un Alemán cada uno en su idioma y sin parar un segundo e intentar que el otro nos entienda. Este tema me recuerda a al Dr. Jhon Gray de los hombres de marte y las mujeres de venus que explica claramente la diferencia en la comunicación entre hombres y mujeres y nos enseña que si prestáramos mas atención a las necesidades del otro y no a las nuestras propias muchos de nuestros desacuerdos no existirían.
Prestar atención a nuestro animal ya sea perro, gato , caballo o algún otro cuando se encuentra en su mundo nos ofrece percepciones especiales de su vida, de sus intereses y de su presencia. Nos damos cuenta del aquí y del ahora del entorno, de los olores, los sonidos, el silencio, cuando compartes este espacio con tu animal puedes tranquilamente fijarte en tu interior y dejarte sentir.
Prestar atención a nuestro animal ya sea perro, gato , caballo o algún otro cuando se encuentra en su mundo nos ofrece percepciones especiales de su vida, de sus intereses y de su presencia. Nos damos cuenta del aquí y del ahora del entorno, de los olores, los sonidos, el silencio, cuando compartes este espacio con tu animal puedes tranquilamente fijarte en tu interior y dejarte sentir.
Podemos llegar a conocerlos si sencillamente los observamos tal y como son, que mira, que huele que escucha, como reacciona. el aprender a disfrutar de esos momentos nos da otra mirada a la vida y nos permite quitar ese sentimiento de posesión hacia el animal en el que priman nuestros deseos y no los suyos.
Lina.
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